Hace tiempo que no enseño en el blog fotos en HDR, un proceso que ahora mismo tiene más detractores que seguidores, y que recibe más críticas que elogios.

Pues bien, hace poco realicé varias fotos con intención de volver a usar esta técnica, además de otra foto que tenía guardada desde hace varios meses y que por despiste no la subí a internet.

A mi personalmente el HDR aún no me ha cansado, también porque no suelo usarlo muy a menudo y porque es un proceso del cual se pueden conseguir resultado completamente distintos con una misma foto, haciéndolo muy versátil y adictivo a la vez.

El problema viene por el hecho de ser un proceso que usado con programas como photomatix, suele crear unos efectos que desvirtúan bastante la realidad, y que si no es usado con mucho cuidado suele crear algo bastante distinto a lo que estábamos viendo. Para mi, esto no es un problema, porque quien nos dice a nosotros que la fotografía tiene que ser lo que realmente se ve y no lo que uno quiere ver. Yo con el HDR creo una percepción del mundo más personal y algo distinta de la realidad, consiguiendo que la foto realmente me sumerga en algo distinto mientras atrae toda mi atención. Quizás por eso muchos critiquen algunas de mis fotos en HDR por su exagerado procesado (aunque yo considero que en la mayor parte de mis fotos, el procesado es bastante moderado), pero realmente es así como quiero ver mis fotos y es realmente así como me gustan. Otras veces serán más reales, otras veces menos, pero así es la fotografía, cada cual muestra lo que ve o como lo quiere ver.

Foto realizada con una exposición de 4 segundos, una noche en la finca de mi cuñado.

Foto tomada hace un par de meses en Peraleda de la Mata. Esa gran nube blanca fue la que me inspiró y realicé varias tomas por esa zona. Esta foto fue una de mis preferidas.

Estas dos fotos son claros ejemplos HDR, y que más o menos agresivos son como realmente yo los quería ver. Espero que os gusten.

Un saludo.