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Cara a cara con los tiburones

 Estas fotos muestran el pánico y el asombro de gente que ha tenido la fortuna de estar frente a un gran tiburón y poder contarlo.

En la siguiente foto por suerte disponen de protecciones y todos los medios para poder estar en la situación que aparecen, aunque viendo el tamaño de ese tiburón Sigue leyendo

El Tiburón Blanco

Sus dientes triangulares son afilados como cuchillas, de perfil irregular y dispuestos en su mandíbula en varias filas ligeramente inclinadas hacia el interior que, como en todos los tiburones, se van reemplazando hacia fuera según se van rompiendo. Sus mandíbulas pueden ejercer una fuerza de 3.000 kilogramos por centímetro cuadrado (trescientas veces más que en el ser humano).

No podía evitar el poner esta foto en mi blog.
Es ¡¡ACOJONANTE! o ¿no?

Y esto, una foto que tomé en una excursión por África:

El gobierno sudafricano fue el primero en declarar al Tiburón Blanco especie protegida, en abril de 1991. Esto animó a la promulgación de leyes proteccionistas en California y en diciembre de 1997 el gobierno australiano se unió a su protección, lo que supone la imposición de sanciones por su pesca y la puesta en marcha de programas de reproducción.

¿Ha colado lo de la excursión? xD no no, está bajada de internet.
Ya me hubiera gustado a mi tomar esa foto, aunque con el pulso que hubiera tenido, no se yo como hubiera quedado.

El depredador insaciable de los océanos.

Y ahora un poco sobre este animal tan terrorífico:

El Tiburón blanco es una reliquia prehistórica que nos evoca la cruel realidad de aquel tiempo pasado. De hecho, es una de las especies más antiguas que se conservan: los tiburones aparecieron hace 350 millones de años, y desde que su evolución se detuvo hace veinte millones de años, el Gran Tiburón Blanco ocupa el escalón más alto en el ecosistema marino.


Sólo actúa cerca de la superficie, pero ha llegado a vérsele a mil metros de profundidad, algo inusual en los tiburones. Es una especie pelágica, lo cual significa que vive alejado de las costas, y por lo tanto no puede dejar nunca de nadar para no hundirse demasiado. Además, su sistema respiratorio necesita el movimiento para introducir el agua en las branquias. Debido a ello su metabolismo es muy rápido y le hace tener un apetito voraz.

Su dieta habitual se compone de focas y leones marinos, además de peces y otros tiburones. Al contrario de lo que suele creerse, los últimos estudios demuestran que sus ataques se producen en mayor medida durante el día.
(con lo que nos libramos por los pelos).
En el caso de las focas, el ataque se produce con más frecuencia durante los cambios de mareas, en que ellas se zambullen en mayor número. El tiburón ataca desde abajo, asestando una dentellada que habitualmente es única y suele dejar al animal decapitado o herido de gravedad. Sujetándolo entre sus mandíbulas, el tiburón se sumerge con su presa que muere desangrada si no lo está todavía, y luego lo suelta para que flote en la superficie. Más tarde vuelve y se alimenta.